Moaña es uno de los cinco municipios enclavados geográficamente en la península del Morrazo que separa la ría de Vigo de la de Pontevedra, junto con Cangas, Marín, Bueu y Vilaboa. En su suelo se ubica la mayor elevación del Morrazo, el monte Faro de Domaio de 624 m de altitud.
Su costa acoge playas, como la de Domaio, a Borna, A Xunqueira o la de O Con (bandera azul), que combinan el uso turístico con la producción de marisco, e industrias relacionadas con la mar.
Sus aguas se utilizan para la cría del mejillón y otras especies. Tiene diferentes puertos tanto deportivos como pesqueros y una actividad cultural relevante en la que destaca el Festival Intercéltico del Morrazo.
La historia de Moaña está estrechamente relacionada con el mar. Junto con la pequeña explotación agrícola y ganadera (minifundista), la industria principal siempre ha sido la pesca y los derivados de la misma.
La costa de Moaña, desde el estrecho de Rande, donde se dio la famosa batalla en la que se perdió el mayor transporte de oro y otras riquezas procedentes del Nuevo Mundo a manos de la Marina Inglesa y Holandesa, que vencieron a la Franco española, (aquí es donde se aprovisionaba de oro el capitán Nemo) hasta los confines con Cangas do Morrazo se abren un sinfín de playas, algunas estrechas y otras muy anchas y llanas, donde parece que el agua nunca llegará a cubrir más allá de la rodilla.
Todas ellas gozan de aguas tranquilas, ideales para el cultivo del berberecho “o croque“, y otros bivalvos.
El mejillón tiene un papel importante en los cultivos marinos que van creciendo en diversidad de especies que explotan.